45 años. Andrew Haigh.
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Ficha técnica:
Título original: 45 Years.
País: Reino Unido.
Año: 2015.
Duración: 95 minutos.
Dirección: Andrew Haigh.
Guión: Andrew Haigh, basado en la historia 'In Another Country' de David Constantine.
Casting director: Kahleen Crawford.
Dirección de Fotografía: Lol Crawley, B.S.C.
Edición: Jonathan Alberts.
Diseño de Vestuario: Suzie Harmann.
Diseño de maquillaje: Nicole Stafford.
Productor: Tristan Goligher.
Productores ejecutivos: Christopher Collins, Lizzie Francke, Tessa Ross, Sam Lavender, Richard Holmes, Vincent Gadelle, Louisa Dent, Philip Knatchbull.
Productor en línea: Rachel Dargavel.
Diseño de producción: Sarah Finlay.
Compañías: The Match Factory, Creative England, Film4 & BFI (The National Lottery), Film Forever, Filma, The British Film Institute, asociada con Creative England. Distribución: Golem; video: . Cameo,
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Intérpretes:
Charlotte Rampling: Kate Mercer,
Tom Courtenay : Geoff Mercer,
Dolly Wells : Charlotte,
Geraldine James : Lena,
Richard Cunningham: Sr. Watkins,
Sam Alexander : Chris, el cartero.
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Sinopsis:
Sólo faltan unas semansa para que Kate Mercer (Charlotte Rampling) y Geoff Mercer (Tom Courtenay) celebren los preparativos para conmemorar el 45 aniversario de su boda. Tienen pensado dar una fiesta y los preparativos van viento en popa. Entonces Geoff recibe una carta comunicándole que ha sido descubierto el cuerpo de su primer amor, congelado y preservado en los glaciares de los Alpes suizos, y el instinto de Geoff es ir hacia ella. Por el momento la fiesta se les echa encima y puede que cinco días más tarde no haya ningún aniversario que celebrar. '45 años' está dirigida por Andrew Haigh ('Looking', 'Weekend') y protagonizada por Charlotte Rampling ('Dexter', 'Joven y bonita'); Geraldine James ('Diana', 'Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres'); Tom Courten ('Tren de noche a Lisboa'); y Dolly Wells ('Blunt Talk').
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Premios:
2015: Festival de Berlín: Mejor actor (Courtenay) y actriz (Rampling)
2015: Premios del Cine Europeo: Mejor actriz (Charlotte Rampling)
2015: Festival Internacional de Valladolid - Seminci: Mejor actriz (Charlotte Rampling)
2015: National Board of Review (NBR): Mejores películas independientes del año
2015: Críticos de Los Angeles: Mejor actriz (Charlotte Rampling)
2015: Satellite Awards: Nominada a Mejor actriz (Charlotte Rampling)
2015: Critics Choice Awards: Nominada a Mejor actriz (Charlotte Rampling)
2015: Festival de Edinburgo: Mejor film británico, mejor interpretación (Rampling).
2015: Premios del Cine Europeo: Mejor actriz (Charlotte Rampling)
2015: Festival Internacional de Valladolid - Seminci: Mejor actriz (Charlotte Rampling)
2015: National Board of Review (NBR): Mejores películas independientes del año
2015: Críticos de Los Angeles: Mejor actriz (Charlotte Rampling)
2015: Satellite Awards: Nominada a Mejor actriz (Charlotte Rampling)
2015: Critics Choice Awards: Nominada a Mejor actriz (Charlotte Rampling)
2015: Festival de Edinburgo: Mejor film británico, mejor interpretación (Rampling).
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Críticas y comentario:
Luís Martínez, parafraseando a Haneke, que tomaba a Bergman como referencia, afirma :" que lo que distingue a una obra maestra es que es capaz de explicar "el argumento más complicado desde la más absoluta simplicidad". Y así es. Haigh se las ingenia con una honestidad casi inmisericorde para componer un drama sin drama; un drama en que cada plano es filmado de una forma tan sincera y con tanto detalle que permite ir más allá de la superficie para, con toda la sencillez del mundo, alcanzar lo más hondo. También decía Haneke, ya que estamos, que "el miedo es un motor cultural. Si fuéramos felices no necesitaríamos del arte. Simplemente, caminaríamos en el paraíso. Sin miedo, no podríamos hacer películas". (45 years: simple y profundo. Diario 'El Mundo', 5 de febrero de 2015).
Andrew Haigh muestra de nuevo la fragilidad de la convivencia en pareja, y lo hace tomando como paradigma un matrimonio que ha logrado mantener un equilibrio, más o menos inestable, a lo largo de 45 años, que ha sido capaz de permanecer en un estado de serenidad que les ha permitido, de forma poco usual, compartir espacios, aficiones e incluso algún orgasmo periódico. Mas un hecho del pasado, que parecía superado pero permanecía latente, transcurrido medio siglo desde que se produjo, emerge de nuevo para poner en evidencia la inestabilidad del sentimiento que une a dos personas y les ha permitido vivir tanto tiempo juntas y en paz. Jordi Costa abre su crítica con una reflexión que no sabemos a dónde nos quiere llevar: "La frase final de un buen relato nunca es una clausura, sino una puerta abierta a los ecos que va a dejar esa lectura, el umbral de nuevas posibilidades, una clave de interpretación del conjunto pero, también, un instrumento para seguir formulando preguntas que ya no podrán tener respuesta en el espacio de la escritura. Ignora este crítico si la frase final del relato que inspira 45 años equivale al plano que cierra esta película sutil, humanísima y desoladora, pero esa última imagen -y el delicado temblor de los labios de Charlotte Rampling en el epicentro de su seísmo interior- tiene la fortaleza y el magnetismo de un desenlace maestro, alma de gran frase final." (Irrumpe un fantasma. Diario 'El País', 18 de diciembre de 2015).
Antonio Weinrichter incide en esta idea de la imposibilidad trascendida de la pareja a cualquier tiempo y lugar, o al menos de su frágil equilibrio, al afirmar en la entradilla de su artículo para ABC que el film :"Se resume en la idea de que nunca acaba uno de conocer al otro, después de tantos años, lo que puede adquirir tintes trágicos porque puede llevarnos a pensar que hemos perdido esa apuesta de por vida que se llama matrimonio." (Crítica de "45 años": Nunca se conoce al otro. Diario ABC, 18 de diciembre de 2015).
Luís Martínez, parafraseando a Haneke, que tomaba a Bergman como referencia, afirma :" que lo que distingue a una obra maestra es que es capaz de explicar "el argumento más complicado desde la más absoluta simplicidad". Y así es. Haigh se las ingenia con una honestidad casi inmisericorde para componer un drama sin drama; un drama en que cada plano es filmado de una forma tan sincera y con tanto detalle que permite ir más allá de la superficie para, con toda la sencillez del mundo, alcanzar lo más hondo. También decía Haneke, ya que estamos, que "el miedo es un motor cultural. Si fuéramos felices no necesitaríamos del arte. Simplemente, caminaríamos en el paraíso. Sin miedo, no podríamos hacer películas". (45 years: simple y profundo. Diario 'El Mundo', 5 de febrero de 2015).
Andrew Haigh muestra de nuevo la fragilidad de la convivencia en pareja, y lo hace tomando como paradigma un matrimonio que ha logrado mantener un equilibrio, más o menos inestable, a lo largo de 45 años, que ha sido capaz de permanecer en un estado de serenidad que les ha permitido, de forma poco usual, compartir espacios, aficiones e incluso algún orgasmo periódico. Mas un hecho del pasado, que parecía superado pero permanecía latente, transcurrido medio siglo desde que se produjo, emerge de nuevo para poner en evidencia la inestabilidad del sentimiento que une a dos personas y les ha permitido vivir tanto tiempo juntas y en paz. Jordi Costa abre su crítica con una reflexión que no sabemos a dónde nos quiere llevar: "La frase final de un buen relato nunca es una clausura, sino una puerta abierta a los ecos que va a dejar esa lectura, el umbral de nuevas posibilidades, una clave de interpretación del conjunto pero, también, un instrumento para seguir formulando preguntas que ya no podrán tener respuesta en el espacio de la escritura. Ignora este crítico si la frase final del relato que inspira 45 años equivale al plano que cierra esta película sutil, humanísima y desoladora, pero esa última imagen -y el delicado temblor de los labios de Charlotte Rampling en el epicentro de su seísmo interior- tiene la fortaleza y el magnetismo de un desenlace maestro, alma de gran frase final." (Irrumpe un fantasma. Diario 'El País', 18 de diciembre de 2015).
Antonio Weinrichter incide en esta idea de la imposibilidad trascendida de la pareja a cualquier tiempo y lugar, o al menos de su frágil equilibrio, al afirmar en la entradilla de su artículo para ABC que el film :"Se resume en la idea de que nunca acaba uno de conocer al otro, después de tantos años, lo que puede adquirir tintes trágicos porque puede llevarnos a pensar que hemos perdido esa apuesta de por vida que se llama matrimonio." (Crítica de "45 años": Nunca se conoce al otro. Diario ABC, 18 de diciembre de 2015).
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