Regresión. Alejandro Amenábar. Ficha técnica y crítica
Título original: Regression.
País: España.
Año: 2015.
Duración:
Dirección: Alejandro Amenabar.
Guión: Alejandro Amenabar.
Casting: Jina Jay & Jason Knight.
Dirección de Fotografía: Daniel Aranyó.
Musica: Roque Baños.
Edición: Carolina Martínez Urbina.
Director aretístico: Elinor Rose Galbraith.
Decoración del set: Friday Myers.
Diseño de Vestuario: Sonia Grande.
Jefe del departamento de peluquería: Peggy Kyriakidau,
Jefe del departamento de maquillaje: Catherine Viot.
Productores: Alejandro Amenábar, Fernando Bovaria, Christina Piovesan
Productores ejecutivos: Gabriel Arias Salgado, Simon de Santiago, Axel Kuschevatzky, Alex Lalonde.
Diseño de producción: Carol Spier.
Compañías: Productoras: Mod Entertainment, Mod Producciones, Himenóptero, First Generation Films, Telefónica Studios, Regressión A.I.E. Filmnation Entertainment, Telefilm Canada, Mediaset España, Moviestar, I.C.A.A.; Universal. Pictures.
Emma Watson : Angela Gray,
Ethan Hawke : Bruce Kenner,
David Thewlis : Profesor Kenneth Raines,
Devon Bostick : Roy Gray,
Aaron Ashmore :
Dale Dickey : Rose Gray,
Kristian Bruun : Andrew,
Aaron Abrams : Farrell,
David Dencik : John Gray,
Kristian Bruun : Andrew,
Aaron Abrams : Farrell,
David Dencik : John Gray,
Adam Butcher : Brody,
Lothaire Bluteau : Reverendo Murray,
Peter MacNeill : Cleveland,
Maura Grierson : Reportero de TV,
Más créditos en Imdb.
Sinopsis:
Alejandro Amenábar regresa al thriller con 'Regresión', una película protagonizada por Ethan Hawke, Emma Watson y David Thewlis. 1990. Un hombre de una pequeña ciudad de Minnesota se entrega a la policía tras confesar que ha cometido un crimen horrible, pero no recuerda haberlo hecho. Es su hija quien le acusa. Para intentar desbloquear los recuerdos, el detective Bruce Kenner pide ayuda al profesor Kenneth Raines, experto en hipnosis, para sumergirse en la mente del presunto culpable y descubrir qué es lo que ocurrió en esa familia. 'Regresión' se presenta en el Festival de San Sebastián.
Críticas:
Rotten Tomatoes recoge en su página una aprobación del público en Estados Unidos del 96 %, y en USA de thriller entienden. En España los críticos dudan, y un buen ejemplo de ello es la crítica de Luís Martínez, que, a pesar de emitir una valoración negativa, llega a decir que : "La equivocación tiene mala prensa. (...) sin embargo, grandes descubrimientos de la humanidad no son más que el producto de enormes meteduras de pata. Fleming, cuentan las crónicas, olvida un cultivo, y del despiste y del moho surge la penicilina. Una 'grave' equivocación sin duda. Pues bien, y sin ánimo de comparar más que lo justo, 'Regresión', la última película de Alejandro Amenábar, es lo más parecido al primero de los antibióticos; un error casi completo. Y, quizá por ello, por la dimensión del desconcierto que provoca, acaba por generar la sospecha de que quizá, si se lee el prospecto con cuidado, puede acabar por tener sentido.( Triste equivocación. Diario 'El Mundo', 18 de septiembre de 2015). ¿Se aleja Amenábar del espectador? Creo francamente que no.
Rotten Tomatoes recoge en su página una aprobación del público en Estados Unidos del 96 %, y en USA de thriller entienden. En España los críticos dudan, y un buen ejemplo de ello es la crítica de Luís Martínez, que, a pesar de emitir una valoración negativa, llega a decir que : "La equivocación tiene mala prensa. (...) sin embargo, grandes descubrimientos de la humanidad no son más que el producto de enormes meteduras de pata. Fleming, cuentan las crónicas, olvida un cultivo, y del despiste y del moho surge la penicilina. Una 'grave' equivocación sin duda. Pues bien, y sin ánimo de comparar más que lo justo, 'Regresión', la última película de Alejandro Amenábar, es lo más parecido al primero de los antibióticos; un error casi completo. Y, quizá por ello, por la dimensión del desconcierto que provoca, acaba por generar la sospecha de que quizá, si se lee el prospecto con cuidado, puede acabar por tener sentido.( Triste equivocación. Diario 'El Mundo', 18 de septiembre de 2015). ¿Se aleja Amenábar del espectador? Creo francamente que no.
El diario 'El País' ha puesto al frente de esta crítica a Carlos Boyeros, que dice cosas de las cuales, unas se pueden asumir por cualquiera y otras no tanto: "Disponiendo de un notable crédito comercial y artístico, pudiendo rodar lo que quiera y en cualquier momento, aborda sus proyectos con calma. Y está claro que hace lo que le apetece, que no acepta encargos lujosos, que se involucra solo lo justo en la promoción publicitaria de sus películas, que no se tira el rollo, que va a su bola (...) El problema para Boyero es que en Regresión y él no percibe esa autoría. "Es una película bien contada, dotada de clima y tensión, que ves y escuchas con atención y en el caso de algunos espectadores con verdadero acojone, pero que en mi caso no me deja poso. Podría haberla creado cualquier director sólido y respetable del cine norteamericano. Lo cual me parece bien, pero sin huellas de ese concepto tan prestigiado (tal vez excesivamente) de la autoría, de reconocer la personalidad, el estilo narrativo, las obsesiones de su creador. (Amenábar competente, no excepcional. Diario 'El País', 19 de septiembre de 2015). ¿Amenábar no excepcional o más maduro?
Francisco Marinero, el que se ha aproximado con más atención al film, afirma que al director español "Alejandro Amenábar ha declarado que, al igual que su muy admirado Steven Spielberg, le gusta hacer como director películas que le gustaría ver como espectador (...)"Como cineasta de géneros, Amenábar aborda el terror, de enorme éxito en Estados Unidos (y no se olvide que se trata de una película destinada a ese mercado y al internacional)" (...) "Renunciando quizá excesivamente al impacto, Amenábar monta una escenografía y unos golpes de efecto de montaje que no buscan novedad pero que tienen sobrada justificación narrativa porque protagonistas y drama e intriga vienen determinados en gran medida por elementos más importantes para la credibilidad y la progresión, por un paisaje físico y cultural muy severo: el Medio Oeste estadounidense (...) La música de Roque Baños y la fotografía de Daniel Aranyó dan el perfecto acabado a una producción que parece norteamericana y que es muy superior a todas a las que estamos acostumbrados: hay más inteligencia y menos miedo en una película para los aficionados al género de terror." (Incertidumbre e indredibilidad, Diario 'El Mundo', 1 de octubre de 2015).
Comentario:
Hasta qué punto sienten los españoles que Amenábar es el cineasta más respetado y que logra el mayor consenso allende nuestras fronteras lo prueba la expectación que ha generado el estreno de su última película, que ha empujado a alguna multisala a proyectar doce sesiones del film, en versión doblada u original, que, el público, a pesar de alguna que otra mala crítica (Cartelera Turía la ha valorado con un 1, mostrando la más absoluta parcialidad, por razones que desconocemos), le ha dado una puntuación por encima del 7, aunque por debajo del 9,6 que le otorga el público americano, a quien, en definitiva va dirigida esta película, - también a un mercado internacional -, por razones no sólo de inversión, sino de conocimiento del género y de sus características.
Lo que demuestra, desde el comienzo del film, del que está ausente, como ocurre casi siempre con las películas de este joven realizador, la violencia explícita, es que Amenábar ha madurado, se ha hecho mayor, ha entendido como pocos que no hay que utilizar palabras cuando se puede expresar lo mismo con las cámaras. Desde el primer momento también nos hace sentir que Bruce Kenner (Ethan Hawke) es un ser vulnerable, y lo consigue con travellings que lo hacen entrar y salir en campo constantemente para mostrar los frecuentes cambios de ánimo, su fragilidad, su flaqueza e incluso su debilidad ante la sensibilidad femenina en una situación de absoluta soledad, tras una ruptura sentimental. El inquietante plano secuencia, en gran parte subjetivo, en el que un hombre encapuchado pasa revista al espacio visible de la comisaría hasta que entra en campo, se repite bien avanzada la película, sustituyendo a Gray por Kenner. Si se lee bien la escritura audiovisual el espectador se va dando cuenta de que el background de la historia satánica que se teje en la estructura superficial no se corresponde con el subtexto del film: el pecado de la carne, (la homosexualidad, la pederastia, falsa o no, la degradación, el alcoholismo...) ,y una joven de 17 años que decide cambiar de vida y es consciente de su poder, apoyada en su intento de destruir a su familia, un grupo de individuos degradados por la iglesia decimonónica, un reflejo de la América profunda y severa del Medio Oeste que constituyen el paisaje en el que se inscribe esta historia. Y esto sí es una marca del autor, siempre presente en su obra de manera más o menos explícita.
Y esta lectura sí la sabe hacer el espectador, que sabe que Bruce Kenner pierde la batalla contra el 'mal', que por fin reconoce el policía, por razones bien diferentes a las del padre de Angela o su hermano John, y que verá con sorpresa como el globo se desinfla sin que la tela de araña se rompa, porque se teje de la forma más sutil y dañina, un tema que ha sido tratado por grandes maestros del género y un reto del que Amenábar sale más que airoso. El cineasta logra desconcertar hasta el último instante al señalar dos posibles víctimas o villanos: los que señala la cámara y lo que intuye la experiencia del espectador. A veces la intuición nos engaña. Un film inteligente realizado por un cineasta maduro, que no sólo fija su estilo, sino que lo hace avanzar; han pasado muchos años desde que hiciera 'Tesis' (1996), una obra de juventud, que impactó por el tema, las películas snuff, un camino que utiliza a modo de macguffin en 'Regressión', y no es lógico que nadie espere que vuelva a repetir aquella experiencia, que impactó por la novedad y la juventud de su autor.
Hasta qué punto sienten los españoles que Amenábar es el cineasta más respetado y que logra el mayor consenso allende nuestras fronteras lo prueba la expectación que ha generado el estreno de su última película, que ha empujado a alguna multisala a proyectar doce sesiones del film, en versión doblada u original, que, el público, a pesar de alguna que otra mala crítica (Cartelera Turía la ha valorado con un 1, mostrando la más absoluta parcialidad, por razones que desconocemos), le ha dado una puntuación por encima del 7, aunque por debajo del 9,6 que le otorga el público americano, a quien, en definitiva va dirigida esta película, - también a un mercado internacional -, por razones no sólo de inversión, sino de conocimiento del género y de sus características.
Lo que demuestra, desde el comienzo del film, del que está ausente, como ocurre casi siempre con las películas de este joven realizador, la violencia explícita, es que Amenábar ha madurado, se ha hecho mayor, ha entendido como pocos que no hay que utilizar palabras cuando se puede expresar lo mismo con las cámaras. Desde el primer momento también nos hace sentir que Bruce Kenner (Ethan Hawke) es un ser vulnerable, y lo consigue con travellings que lo hacen entrar y salir en campo constantemente para mostrar los frecuentes cambios de ánimo, su fragilidad, su flaqueza e incluso su debilidad ante la sensibilidad femenina en una situación de absoluta soledad, tras una ruptura sentimental. El inquietante plano secuencia, en gran parte subjetivo, en el que un hombre encapuchado pasa revista al espacio visible de la comisaría hasta que entra en campo, se repite bien avanzada la película, sustituyendo a Gray por Kenner. Si se lee bien la escritura audiovisual el espectador se va dando cuenta de que el background de la historia satánica que se teje en la estructura superficial no se corresponde con el subtexto del film: el pecado de la carne, (la homosexualidad, la pederastia, falsa o no, la degradación, el alcoholismo...) ,y una joven de 17 años que decide cambiar de vida y es consciente de su poder, apoyada en su intento de destruir a su familia, un grupo de individuos degradados por la iglesia decimonónica, un reflejo de la América profunda y severa del Medio Oeste que constituyen el paisaje en el que se inscribe esta historia. Y esto sí es una marca del autor, siempre presente en su obra de manera más o menos explícita.
Y esta lectura sí la sabe hacer el espectador, que sabe que Bruce Kenner pierde la batalla contra el 'mal', que por fin reconoce el policía, por razones bien diferentes a las del padre de Angela o su hermano John, y que verá con sorpresa como el globo se desinfla sin que la tela de araña se rompa, porque se teje de la forma más sutil y dañina, un tema que ha sido tratado por grandes maestros del género y un reto del que Amenábar sale más que airoso. El cineasta logra desconcertar hasta el último instante al señalar dos posibles víctimas o villanos: los que señala la cámara y lo que intuye la experiencia del espectador. A veces la intuición nos engaña. Un film inteligente realizado por un cineasta maduro, que no sólo fija su estilo, sino que lo hace avanzar; han pasado muchos años desde que hiciera 'Tesis' (1996), una obra de juventud, que impactó por el tema, las películas snuff, un camino que utiliza a modo de macguffin en 'Regressión', y no es lógico que nadie espere que vuelva a repetir aquella experiencia, que impactó por la novedad y la juventud de su autor.
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