Piel de asno. Jacques Demy
Ficha técnica:
Título original: Peau d'ane
País: Francia.
Año: 1970
Duración: 100 minutos.
Dirección: Jacques Demy
Guión: basado en el cuento de Charles Perroult; poemas de Guillaume Apollinaire;Jean Cocteau
Dirección de Fotografía: Ghislain Cloquet; Emmanuel Machuel, Yves Agostini.
Música: Michel Legrand.
Montaje: Anne Marie Cotret: Productions Michel Legrand
Decorados: Jacques Dugies
Sonido: André Heruée.
Coreógrafo: Nicole Dehayes
Diseño de Vestuario: Page y Gitt Magrini.; Tirelli y Maria Gromtseff.
Maquillaje: Alex Marcus, Eliane Marcus, Monique Archambault.
Estilismo de peluquería: Carita y Alexandre, Renée Guidet y Janou Pottier.
Organización: Philippe Dussart, Michel Choquet.
Co-productor: Parc Films, Marianne Productions.
Productor: Marc Bogard; restaurada por Cine Tamaris en 2003.
Compañías. Distribución: Cine Tamaris
Intérpretes:
Catherine Deneuve: La princesa/Piel de Asno,
Jean Marais: El Rey Azul,
Jacques Perrin: El príncipe Charmant
Micheline Presle: La reina Roja
Delphyne Seyrig: El Hada de las Lilas
Fernand Leddux: El rey Rojo,
Henri Cremieux: El jefe de los médicos,
Sacha Pitoeff: El primer ministro
Pierre Repp: Thibaud,
Jean Servais: narrador
Georges Adet: El sabio,
Annick Berger : Nicolette,
Romain Boutielle: El charlatán,
Louise Chevalier: la vieja granjera, que escupe sapos.
Más personajes en Imdb.
Sinopsis:
El cuento de Charles Perrault comienza así: Érase una vez un rey tan famoso, tan amado por su pueblo, tan respetado por todos sus vecinos, que de él podía decirse que era el más feliz de los monarcas. Su dicha se confirmaba aún más por la elección que hiciera de una princesa tan bella como virtuosa; y estos felices esposos vivían en la más perfecta unión. De su casto himeneo había nacido una hija dotada de encantos y virtudes tales que no se lamentaban de tan corta descendencia.
La magnificencia, el buen gusto y la abundancia reinaban en su palacio. Los ministros eran hábiles y prudentes; los cortesanos virtuosos y leales, los servidores fieles y laboriosos. Sus caballerizas eran grandes y llenas de los más hermosos caballos del mundo, ricamente enjaezados. Pero lo que asombraba a los visitantes que acudían a admirar estas hermosas cuadras, era que en el sitio más destacado un señor asno exhibía sus grandes y largas orejas. Y no era por capricho sino con razón que el rey le había reservado un lugar especial y destacado. Las virtudes de este extraño animal merecían semejante distinción, pues la naturaleza lo había formado de modo tan extraordinario que su pesebre, en vez de suciedades, se cubría cada mañana con hermosos escudos y luises* de todos tamaños, que eran recogidos a su despertar.
Pues bien, como las vicisitudes de la vida alcanzan tanto a los reyes como a los súbditos, y como siempre los bienes están mezclados con algunos males, el cielo permitió que la reina fuese aquejada repentinamente de una penosa enfermedad para la cual, pese a la ciencia y a la habilidad de los médicos, no se pudo encontrar remedio.
La desolación fue general. El rey, sensible y enamorado a pesar del famoso proverbio que dice que el matrimonio es la tumba del amor, sufría sin alivio, hacía encendidos votos a todos los templos de su reino, ofrecía su vida a cambio de la de su esposa tan querida; pero dioses y hadas eran invocados en vano.
La reina, sintiendo que se acercaba su última hora, dijo a su esposo que estaba deshecho en llanto:
-Permíteme, antes de morir, que te exija una cosa, si quisieras volver a casarte...
Hasta este momento nos encontramos ante un bello relato tradicional, en el que un buen monarca, simbolizado por el color azul, que no tardará en volverse azul oscuro casi negro, reina con paz y solvencia el mejor de los reinos. La petición de la esposa lo torcerá todo: debe casarse con una mujer más guapa y más lista que ella. Sólo hay una mujer en el mundo que reúna estas características: su propia hija, detalle que no supone un obstáculo para el ferviente padre. Pero su hada madrina, el Hada de las Lilas, que esconde un también oscuro secreto, le aconseja a la chica que vaya poniéndole pruebas progresivamente más duras y difíciles, gasta conseguir que mate al pobre asno que caga oro, y cubriéndose con él huya en busca de un príncipe azul.
Comentario:
El célebre escritor, miembro de la Academia francesa, publicó en 1697 los Cuentos y relatos del tiempo pasado dedicados a Élisabeth Charlotte d'Orleans sobrina de Luis XIV. Entre ellos incluye: Barba Azul, La Bella durmiente, Cenicienta, El Gato con Botas, Las Hadas, Caperucita Roja, Pulgarcito, Riquete el del Copete, La paciencia de Griselda, Los deseos ridículos y Piel de Asno (Dinora.94.blogspot.com.es).
Charles Perrault y los Hermanos Grimm no concibieron alguna de estas historias como lecturas complacientes para los niños, sino como lecciones valiosas para los niños, aunque en el cuento que nos ocupa, la dureza del planteamiento que aubyace al argumento obligó a los Hermanos Grim a introducir ciertas modificaciones para convertir a la princesa en sobrina del perverso tío y no en hija de su amado padre. Pero del mismo modo está muy claro que Jacques Demy, un destacado cineasta de la Nouvelle Vague, muy influenciado por los musicales norteamericanos y que había realizado con anterioridad dos películas con Catherine Deneuve como protagonista, 'Los paraguas de Cherburgo' (1964), cuyo estreno gozó de gran popularidad en Europa, y 'Las Señoritas de Rochefort' (1967), en la que la bella Catherine compartió cartelera con su hermana Françoise Dorléac, no estaba dispuesto a realizar ningún tipo de concesión para adaptar su película a un momento o situación determinada, y comienza su película con el intento de incesto por parte del amante padre, al que no repugna la idea de compartir lecho con su hija.
El cuento se mantiene en este tono hasta el final. Una joven mugrienta, cubierta con la repugnante piel del asno y con poderes mágicos para adecentarse la habitación sin necesidad de destrozarse las manos y las uñas, está dispuesta a soportar todo tipo de humillaciones con tal de conseguir su objetivo, casarse con un príncipe, aunque para ello deba servir a una bruja que cuando habla escupe sapos. París bien vale una misa. Ella es una princesa guapa y poderosa escondida dentro de unos andrajos, que, si ponemos nuestras mejores intenciones, podemos interpretar el hecho como una moraleja para los que en el fondo son como niños.
El film termina con una incursión surrealista aunque pretendidamente real en el mundo de la imaginación, la magia y la fantasía, de lo que podría parecer que apuntaba a un ejercicio metalingüistico, en el que viéramos aparecer a Jacques Demy y parte de su equipo en el set, trasladados en un helicóptero, aunque quien desciende de la aeronave es al rey azul y su prometida el hada de las lilas, que guardaban un eterno rencor, causado por un viejo romance frustrado y se habían reconciliado, lo que permite que el padre y la hija puedan vivir en adelante con total armonía. 'Piel de Asno' aspira a reinar,y , con ella, todas las mujeres del lugar, incluso las harapientas que piden limosna. Es decir, mandar sobre los demás y no hacer nada en toda su vida, excepto aquellas cosas que les proporcionen placer, aunque para ello haya que hacer la vista gorda a los 'prejuicios burgueses'.
Gracias por tu consejo. Procuraré seguirlo. Un saludo.
ResponderEliminarYo vi esta peli cuando era niña y recuerdo que la disfruté muchísimo! Sobre todo el detalle del helicóptero. Mira que al día de hoy la recuerdo!!
ResponderEliminarHay películas inolvidables, pero también hay momentos inolvidables, y el espectador contribuye a construir la historia. Me gustaría saber en qué contribuiste tú a ese momento de felicidad que no has olvidado; Jacques Demy es un magnífico contador de historias y ha dejado musicales que siempre estarán en nuestra memoria. Un abrazo.
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