Guerra Mundial Z. Marc Forster. DVD/Blue-ray
Ficha técnica:
Título original : World War Z,
País: Reino Unido/Estados Unidos.
Año: 2013.
Duración: 116 minutos.
Dirección: Marc Forster.
Guión: Matthew Michael Carnahan, Drew Goddard y Damon Lindelof, basado en la novela de Ma Brooks; historia de Matthew Michael Carnahan y J.Michael Straczynski
Casting: Kate Dowd
Dirección de Fotografía: Ben Seresin, a.s.c., b.s.c.
Música: Maro Beltrami; múica adicional: Matthew Bellamy, adaptada por Muse
Supervusor efetos visuales: Scott Farrar
Edición: Roger Barton y Matt Chessé
Directores artísticos: Ben Collins, Matthew Grass, James Foster; supervisor: Jon Billington
Decorador del set:Jennifer Williams
Diseño de Vestuario: Mayes C.Rubeo
Diseño de maquillaje y peluquería: Frances Hannon
Productores: Brad Pitt, Dede Gardner y Jeremy Kleiner; Ian Bryce
Productores ejeutivos: Marc Foster y Brad Simpson; David Ellison, Dana Goldberg y Paul Schwake; Graham King y Tim Headington
Diseño de producción: Nigel Phelps
Paramount Pictures, Plan B Entertainment/ 2 Du2 Prodution, Skydance Productions, Hemisphere, GK Films
Intérpretes:
Brad Pitt: Gerry Lane
Mireille Enos: Karin Lane
Daniella Kertesz: Segen
David Morse: ex-agente CIA
Fana Mokoena: Thierry Umutoni
James Bagde Dale: Capitán Spehe
David Andrews: Comandante Haval
Sterling Jerins: Constance Lane
Abigail Hargrove: Rachel Lane
Peter Capaldi: Doctor
Pierfrancesco Favino: Doctor
Ludi Boeken: Jurgen Warmbruun
Gregory Fitoussi: Piloto
Sinopsis:
¡Un blockbuster que te tiene pegado a la butaca!, asegura Fotogramas sobre esta vertiginosa y emocionante película épica. Para salvar a su familia y al mundo entero, el antiguo investigador de las Naciones Unidas, Gerry Lane (Brad Pitt) se ve obligado a parar un pandemia que está derribando gobiernos y amenaza con destruir nuestra civilización. Cadena Ser asegura que Brad Pitt se convierte en el mejor héroe de acción del cine reciente.
Comentario:
Abordamos la interpretación de este film desde dos dimensiones que afectan al discurso y la forma elegida para representarlo: la que adopta la forma de relato de ficción de zombies, el no-muerto sin conciencia ni voluntad, una pandemia que se equipara con la mal llamada gripe española de 1918 (no 1920 como asegura el doblaje español), que recibió este nombre porque se produjo durante la primera guerra mundial y se habló mucho más de ella en una España no estaba sometida a la censura castrense, y que causó entre 50 y 100 millones de muertos. En segundo lugar el tratamiento de la 'realidad', que desde el primer momento alerta a una sociedad de una serie de señales que advierten de que algo gordo se avecina, como la desaparición de especies, la aparición de animales muertos flotando en las aguas, la contaminación ambiental, comportamientos extraños de las masas, paro generalizado, etc, realidad que irrumpe en la vida cotidiana de los personajes a través de esa venta tan privilegiada que es la televisión.
En ambas representaciones , 'ficción y realidad', Gerry Lane ( un nombre cuya fonética recuerda a Harry Lane, el protagonista de 'El Tercer Hombre', que se hizo rico vendiendo penicilina adulterada tras la segunda guerra mundial) es un hombre que ha abandonado su trabajo en las Naciones Unidas para estar con su familia y que, como el héroe de Elysium de Blomkamp, interpretado por Matt Damon, en principio sólo se arriesga por salvar a su familia; su viaje por distintos continentes del planeta le irá convirtiendo en el héroe de la humanidad que, bajo ningún concepto pretendía ser. Una escena muy significativa en este sentido es aquella en la que una llamada de teléfono de su mujer, con la que contacta varias veces al día para cerciorarse de que su esposa y sus hijas no corren peligro, echa abajo una operación y tiene efectos colaterales indeseados. Es posible que los espectadores aficionados al género vampírico, y al de sus parientes pobres los zombies, se sientan defraudados ante un film que escamotea el cuerpo a cuerpo, los mordiscos y desgarros de las víctimas por los zombies y las imágenes gore de los no-vivos devorando vísceras; por otro lado, quien espere una denuncia política virulenta, es posible que también quede decepcionado por el predominio de una estética de violencia surreal, propia del relato de ficción. En contadísimas ocasiones la película nos ofrece primeros planos de la lucha entre los Z y los hombres, imponiéndose visiones cenitales, tomadas desde aviones que narran los movimientos de las masas.
Marc Foster justifica el asalto a las grandes superficies comerciales cuando arrecia el peligro y comienza la escasez de productos básicos para el ser humano, poniendo al frente de los saqueadores al protagonista y a su familia, al héroe, e integrando entre los asaltantes a los guardias jurados y a extraños personajes a los que hermana la tragedia y que no se hubieran relacionado nunca antes.
La clave está, según afirma Marc Foster, en que la gente no cree que algo vaya a pasar hasta que ya ha ocurrido, y el antídoto, superada la primera batalla de este guerra que se está librando, es la solidaridad entre los hombres. En definitiva, un film que no nos permite dormir muy tranquilos.
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