Antes del atardecer. Richard Linklater
Ficha técnica:
Título original: Before Sunset.
País: Estados Unidos.
Año: 2004.
Duración: 80 minutos.
Dirección: Richard Linklater.
Guión: Richard Linklater, Ethan Hawke, Julie Delpy, basado en una historia de Richard Linklater y Kim Krizan.
Dirección de Fotografía: Lee Daniel.
Música: Julie Delpy.
Warner Bross Pictures/Castle Rock Entertainment.
Intérpretes:
Ethan Hawke
Julie Delpy
Vernon Dobtcheff
Louise Lernoine Torres
Rodolphe Pauly
Albert Delpy
Marie Pillet
Premios:
2004: Nominada al Oscar: Mejor guión adaptado.
2004: Festival de Berlín: Sección oficial de largometrajes
2004: Asociación de Críticos de Los Angeles: Finalista a mejor actriz (Julie Delpy)
Sinopsis:
Jesse y Celine se conocieron en un tren y pasaron juntos una noche inolvidable paseando por Viena. Aunque prometieron encontrarse de nuevo seis meses más tarde, esa cita nunca llegó a producirse. Diez años después, se vuelven a ver casualmente, pero esta vez en París. Jesse, que está de gira promocionando una novela, la ve entre la gente en una librería. Ella vive desde hace tiempo en París; él, en Nueva York. Jesse inmediatamente decide dejarlo todo para pasar el tiempo con Celine. Así pasan el día en los cafés, en los parques, recordando aquella tarde en la capital austriaca y hablando de sus vidas.
Comentario:
Si uno desconoce la trilogía de Linklater y le cae en las manos 'Antes del atardecer', la segunda entrega entre el prólogo y la conclusión de un relato con una interrupción temporal de nueve años entre cada episodio de la historia, puede que se quede sorprendido al ver a una pareja hablar sin parar, en una cafetería, por la calle, en un barco..., mientras la cámara se hace testigo de esta conversación que nada ni nadie es capaz de interrumpir. Este es el tipo de películas muy del gusto de algunos críticos europeos, como M.Torreiro del diario 'El País', cuya puesta en escena consiste en un diálogo continuo de 80 minutos entre una pareja que recuerda, durante todo este tiempo, una tarde que pasaron juntos en Viena. Desde entonces ambos solo han acumulado fracasos y, a pesar de su apariencia de triunfadores que publican libros, se sienten hundidos y sin perspectivas. Han idealizado su encuentro porque sólo duró unas horas. Esto, al menos, es lo que sugiere el visionario aislado de esta película, que funciona como intermedio entre el primer encuentro y la decisión vital de la pareja.
La cámara sólo se coloca delante de ellos, fija, y les deja hablar, como hemos dicho, en cualquier parte por la que discurren, - un banco, en un taxi, caminando...-, puesta en escena que le ha valido atributos como pequeña joya, espectáculo inteligente, una de las mejores comedias producidas por Estados Unidos en los últimos tiempos...Lo mejor es que ha conectado con una realidad universal: el amor sólo dura si se interrumpe la relación nada más empezar. El estado de obnubilación de los amantes es tal que hasta una escalera ruinosa y de paredes desconchadas le parecen encantadoras al hombre. Pero es inevitable pensar que si se queda todo acabará en breve, perdido el encanto de lo efímero, improvisado y con conciencia de perecedero. Lo veremos nueve años después.
Si uno desconoce la trilogía de Linklater y le cae en las manos 'Antes del atardecer', la segunda entrega entre el prólogo y la conclusión de un relato con una interrupción temporal de nueve años entre cada episodio de la historia, puede que se quede sorprendido al ver a una pareja hablar sin parar, en una cafetería, por la calle, en un barco..., mientras la cámara se hace testigo de esta conversación que nada ni nadie es capaz de interrumpir. Este es el tipo de películas muy del gusto de algunos críticos europeos, como M.Torreiro del diario 'El País', cuya puesta en escena consiste en un diálogo continuo de 80 minutos entre una pareja que recuerda, durante todo este tiempo, una tarde que pasaron juntos en Viena. Desde entonces ambos solo han acumulado fracasos y, a pesar de su apariencia de triunfadores que publican libros, se sienten hundidos y sin perspectivas. Han idealizado su encuentro porque sólo duró unas horas. Esto, al menos, es lo que sugiere el visionario aislado de esta película, que funciona como intermedio entre el primer encuentro y la decisión vital de la pareja.
La cámara sólo se coloca delante de ellos, fija, y les deja hablar, como hemos dicho, en cualquier parte por la que discurren, - un banco, en un taxi, caminando...-, puesta en escena que le ha valido atributos como pequeña joya, espectáculo inteligente, una de las mejores comedias producidas por Estados Unidos en los últimos tiempos...Lo mejor es que ha conectado con una realidad universal: el amor sólo dura si se interrumpe la relación nada más empezar. El estado de obnubilación de los amantes es tal que hasta una escalera ruinosa y de paredes desconchadas le parecen encantadoras al hombre. Pero es inevitable pensar que si se queda todo acabará en breve, perdido el encanto de lo efímero, improvisado y con conciencia de perecedero. Lo veremos nueve años después.
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