Django desencadenado. Quentin Tarantino.
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Ficha técnica:
Título original: Django Unchained.
País: Estados Unidos.
Año: 2012.
Duración: 165 minutos.
Dirección: Quentin Tarantino.
Guión: Quentin Tarantino.
Casting: Andrew Hadzopoulos, Bonnie Grisan, Carla Lewis, Leah Woodworth, Maryellen Aviano, Meagan Lewis, Robin Batherson Victoria Thomas
Dirección de Fotografía: RobertRichardson.
Música: Varios. Ennio Morricone.
Montaje: Fred Raskin.
Sonido: Dirk Stout, Mark Ulano, Min Hu y Tom Hartig.
Vestuario: Amy J.Smith, Bren Cook, Courtney Hofman, Dana Kay Hart...
Producción: Pilar Savone, Stacey Sher y Reginald Hudlin, Producción asociada: William Paul Clark.
Producción ejecutiva: Bon y Harvey Weinstein, James W.Scotchdopole, Michael Shamberg.
Diseño de producción: J.Michael Riva.
Compañías: Productora: Columbia Pictures, Double Feature Films, Weinstein Company, Super Cool Man Shoe Too, Super Cool ManChu; Distribución: Sony Pictures.
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Intérpretes:
Jamie Foxx: Django,
Christoph Waltz: Dr. King Schultz,
Leonardo DiCaprio: Calvin Candie,
Kerry Washington: Broomhilda,
Samuel L.Jackson: Stephen.
Don Johnson: Big Daddy,
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Sinopsis:
Django, interpretado por Jamie Foxx, es un esclavo, cuya libertad es comprada por un cazarrecompensas alemán (Christoph Waltz), quedando bajo su instrucción. Su nuevo protector le instruye en el noble arte del asesinato (Diario ABC), e inicia la búsqueda de su esposa Broomhilda (Kerry Washington), ahora propiedad de Calvin Candie (Leonardo DiCaprio), dueño de una plantación, de un burdel, el Candyland, y de la mujer de Django, a la que obliga a prostituirse. En su trabajo de villano cuenta con dos colaboradores necesarios: Stephen, el mayordomo, interpretado por Samuel L. Jackson, y Ace Woody, su mano ejecutora, encarnado por Kurt Russell.
Comentario:
La primera cuestión que uno se plantea tras casi tres horas de proyección de Django desencadenado, que ciertamente no pesan e incluso entretienen bastante en su tramo final, cuando se desata la acción desenfrenada en la que el realizador es un maestro, es ¿Qué hemos visto? ¿Qué ha querido hacer el 'niño mimado de la crítica' y qué nos ha querido vender? Sea lo que sea lo que ha querido transmitir este cuento violento y radical se ha servido del mito de Sigfrido, que atraviesa un anillo de fuego para salvar a su amada Brumilda del cruel encierro a que la tiene sometida Odin; más que un western realiza una película sobre la rebelión de un cimarrón, apoyado en un alemán que ha acudido al nuevo mundo para hacer fortuna como cazarrecompensas, y con el que acuerda trabajar durante el invierno capturando prófugos blancos, y, llegado el verano, iniciar el rescate de su amada, rodeada de un denso anillo de injusticias y de pistoleros vendidos al mejor postor, el hacendado Calvin Candie, protegido por el esclavo negro Stephen (Samuel L. Jackson), más leal a su costumbre ancestral de servir al amo que a su compañeros de cautiverio.
El aprovechamiento del sufrimiento del pueblo negro como divertimento, con el objetivo de hacer una tarantinada al gusto de sus fans, que lo querrán todavía más por lo que se le critica, ha despertado la ira de Spike Lee que no acepta que se juegue con el dolor de sus antrepasados, ni se les use como excusa para el lucimiento del hombre blanco y su difrute sexual, eligiendo buenos 'ejemplares',bien dotados físicamente,-negros rotundos y negras turgentes-, para representarlos; el ingenio y el talento sólo está en el lado de los personajes interpretados por Christoph Waltz y Leonardo DiCaprio, y el 'duelo' final se producirá entre ellos, quedando en segundo plano siempre Django, al que no parece importarle nada, excepto salvar a su Broomhilda. A este uso indebido de la esclavitud añade la violencia explícita innecesaria en las luchas de mandingos y de esclavos entre sí, sabuesos y verdugos de sus dueños, así como la caracterización de Stephen, (Samuel L.Jackson), con la cara embetunada que evoca la figura del negro como elemento cómico desde la época de los cartoons mudos. Más chocante todavía resulta la secuencia en la que una serie de colonos, dirigidos por Big Daddy (Don Johnson), inician una acción que puede contemplarse como precedente del ku-klux-klan, que recuerda el espíritu burlón de los Monty Python, más preocupados de que los agujeros de los sacos que cubren su cabeza coincidan con sus ojos que de dar caza al negro que osa montar a caballo y renegando de la mujer de uno de ellos que ha confeccionado estas máscaras.
La puesta en esacena es excesivamente teatral y hasta DiCaprio recuerda a Kenneth Branagh, colocado en el centro de la escena y gesticulando como si no dispusiera de la cuarta pared y compitiendo con el histriónico y en ocasiones hilarante Cristoph Waltz. Sin embargo los homenajes al cine son constantes, desde Sam Peckinpah y sus cámaras lentas, hasta Tony Scott y esos flashbacks de colores muy saturados, o las apariciones de Kerry Washington desnuda en las aguas de los lagos o idealizada en los bosques y vestida de seda que recuerda mucho más algunas mujeres de Zhang Yimou que a cualquier fémina de un western; pero especialmente rezuma ese sabor a 'Mal gusto' (Bad Taste), opera prima de Peter Jackson. Ridículos uniformes de las esclavas negras, con faldas muy cortas, como conejitas del play-boy, que se sientan a la mesa con el señor en el burdel. Por primera vez falla en el uso de la música, que jugó un papel tan importante en Pulp Fiction o Reservoir dogs, a excepción de dos breves momentos a cargo de Ennio Morricone, cuyas melodías evocan más a Sergio Leone que caracterizan a Tarantino. Las baladas italianas o piezas extraídas de 'Operaciones Triunfo' son una rayada de niño prodigio, al igual que esas enormes letras blancas que a mitad de película anuncian el Mississippi.
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Comentario:
La primera cuestión que uno se plantea tras casi tres horas de proyección de Django desencadenado, que ciertamente no pesan e incluso entretienen bastante en su tramo final, cuando se desata la acción desenfrenada en la que el realizador es un maestro, es ¿Qué hemos visto? ¿Qué ha querido hacer el 'niño mimado de la crítica' y qué nos ha querido vender? Sea lo que sea lo que ha querido transmitir este cuento violento y radical se ha servido del mito de Sigfrido, que atraviesa un anillo de fuego para salvar a su amada Brumilda del cruel encierro a que la tiene sometida Odin; más que un western realiza una película sobre la rebelión de un cimarrón, apoyado en un alemán que ha acudido al nuevo mundo para hacer fortuna como cazarrecompensas, y con el que acuerda trabajar durante el invierno capturando prófugos blancos, y, llegado el verano, iniciar el rescate de su amada, rodeada de un denso anillo de injusticias y de pistoleros vendidos al mejor postor, el hacendado Calvin Candie, protegido por el esclavo negro Stephen (Samuel L. Jackson), más leal a su costumbre ancestral de servir al amo que a su compañeros de cautiverio.
El aprovechamiento del sufrimiento del pueblo negro como divertimento, con el objetivo de hacer una tarantinada al gusto de sus fans, que lo querrán todavía más por lo que se le critica, ha despertado la ira de Spike Lee que no acepta que se juegue con el dolor de sus antrepasados, ni se les use como excusa para el lucimiento del hombre blanco y su difrute sexual, eligiendo buenos 'ejemplares',bien dotados físicamente,-negros rotundos y negras turgentes-, para representarlos; el ingenio y el talento sólo está en el lado de los personajes interpretados por Christoph Waltz y Leonardo DiCaprio, y el 'duelo' final se producirá entre ellos, quedando en segundo plano siempre Django, al que no parece importarle nada, excepto salvar a su Broomhilda. A este uso indebido de la esclavitud añade la violencia explícita innecesaria en las luchas de mandingos y de esclavos entre sí, sabuesos y verdugos de sus dueños, así como la caracterización de Stephen, (Samuel L.Jackson), con la cara embetunada que evoca la figura del negro como elemento cómico desde la época de los cartoons mudos. Más chocante todavía resulta la secuencia en la que una serie de colonos, dirigidos por Big Daddy (Don Johnson), inician una acción que puede contemplarse como precedente del ku-klux-klan, que recuerda el espíritu burlón de los Monty Python, más preocupados de que los agujeros de los sacos que cubren su cabeza coincidan con sus ojos que de dar caza al negro que osa montar a caballo y renegando de la mujer de uno de ellos que ha confeccionado estas máscaras.
La puesta en esacena es excesivamente teatral y hasta DiCaprio recuerda a Kenneth Branagh, colocado en el centro de la escena y gesticulando como si no dispusiera de la cuarta pared y compitiendo con el histriónico y en ocasiones hilarante Cristoph Waltz. Sin embargo los homenajes al cine son constantes, desde Sam Peckinpah y sus cámaras lentas, hasta Tony Scott y esos flashbacks de colores muy saturados, o las apariciones de Kerry Washington desnuda en las aguas de los lagos o idealizada en los bosques y vestida de seda que recuerda mucho más algunas mujeres de Zhang Yimou que a cualquier fémina de un western; pero especialmente rezuma ese sabor a 'Mal gusto' (Bad Taste), opera prima de Peter Jackson. Ridículos uniformes de las esclavas negras, con faldas muy cortas, como conejitas del play-boy, que se sientan a la mesa con el señor en el burdel. Por primera vez falla en el uso de la música, que jugó un papel tan importante en Pulp Fiction o Reservoir dogs, a excepción de dos breves momentos a cargo de Ennio Morricone, cuyas melodías evocan más a Sergio Leone que caracterizan a Tarantino. Las baladas italianas o piezas extraídas de 'Operaciones Triunfo' son una rayada de niño prodigio, al igual que esas enormes letras blancas que a mitad de película anuncian el Mississippi.
Julio Rodriguez Chico (La Butaca.net) considera que " Como es habitual, su violencia es excesiva, contundente y seca, y sus personajes se mueven siempre al filo de lo patético y lo irrisorio. Además, no faltan las referencias cinéfilas y una actitud gamberra en la que parece reírse de todo..." Pero la clave del éxito de este 'enfant terrible' reside en el suministro al por mayor de ese placer especialmente narcótico y delirante que Tarantino todavía sabe crear en cine (...) Es tan malsana, deplorable y deliciosa como un cigarrillo prohibido (...) (Peter Bradshaw: The Guardian. En Filmaffinity)
La evidencia de que es el escándalo que provoca en unos sectores lo que le favorece en otros es la gran cantidad de premios con que se ha recompensado su trabajo en esta película:
2012: Oscars: 5 nominaciones, incluyendo mejor película, guión y actor sec. (Waltz)La evidencia de que es el escándalo que provoca en unos sectores lo que le favorece en otros es la gran cantidad de premios con que se ha recompensado su trabajo en esta película:
2012: Globos de Oro: Mejor guión y actor secundario (Waltz). 5 nominaciones
2012: Critics Choice Awards: Mejor guión original. Nominada a mejor película
2012: Premios BAFTA: 5 nominaciones, incluyendo mejor director
2012: National Board of Review (NBR): 10 mejores films y mejor actor sec. (Dicaprio)
2012: Asociación de Críticos de Los Angeles: 2º puesto para mejor actor sec. (Waltz)
2012: American Film Institute: Top 10 - Mejores películas del año
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