Las sandalias del pescador. Michael Anderson.
Ficha técnica:
Título original: The shoes of the Fisherman.
País: Estados Unidos.
Año: 1968.
Duración: 157 minutos.
Dirección: Michael Anderson.
Guión: John Patrick y James Kennaway, basado en la novela de Morris West.
Música: Alex North.
Dirección de Fotografía: Erwin Hillier.
Compañías: MGM.
Premios:
1968: 2 nominaciones al Oscar: Mejor banda sonora, dirección artística
1968: National Board of Review: Mejor película
Intérpretes:
Anthony Quinn: Kiril Lakota,
David Janssen: George Faber,
John Gielgud: Pope Elder,
Laurence Olivier: Piotr Ilych Kamenev,
Oskar Wermer: Fr. David Telemond,
Vittorio De Sica : Cardenal Rinaldi.
Intérpretes:
Después de pasar veinte años de trabajos forzados en Siberia, el sacerdote ruso Kiril Lacota es liberado y enviado a Roma, donde el Papa, que está enfermo lo nombra cardenal , en un mundo en plena crisis ideológica de un mundo dividido en bloques y enfrentado en lo que se llamó la Guerra Fría y el trasfondo de la participación impopular de Estados Unidos en el conflicto bélico de Vietnam, que acabó perdiendo, lo que tuvo un efecto demoledor en el orgullo del pueblo americano.
Comentario.
Film demagógico hecho en momentos cruciales, en los que el pueblo americano estaba perdiendo la autoestima a causa de una guerra contra el comunismo en Vietnam, que llenaba sus calles de movimientos de protesta que movilizaban más gente que la espera de la 'fumata blanca' en la Plaza de San Pedro. En este contexto, al que se sumaba la guerra fría entre bloques ideológicos, capitalismo versus comunismo, Michael Anderson realiza una gran superproducción en la que un cardenal ruso es elegido contra todo pronóstico sumo pontífice (el que extiende puentes entre culturas y religiones), título de origen romano, que le convierte en árbitro en una situación tan delicada. Pero hace algo mucho más notorio: se deshace de todos los bienes de la Iglesia, incluidas las joyas de relicarios y tiaras para combatir el hambre en el mundo.
La humanidad ha perdido su inocencia con los últimos escándalos financieros que han hecho tambalearse a todos los estados, incluido el Vaticano (Banco Ambrosiano, alarma social actual por el caso de los 'Cuervos' en la sede papal, etc.), pero en aquellos momentos el bloque de occidente necesitaba esta inyección de moral. No obstante Anderson lanza la mirada crítica de la cámara sobre una liturgia y unos modos de representación del poder que separan al 'pescador' de los primitivos padres de la Iglesia, como ese traslado del jefe de la Iglesia, recién elegido por el conclave de cardenales, transportado en una silla llamada gestatoria, elevado por encima de los mortales como los jefes de las tribus galas que eran desplazados entre la multitud encima de sus escudos. El atentado sufrido por Juan Pablo II sustituyó la silla por el conocido papamóvil. Un plano cenital muestra la gran mesa cuadrada que se instala en esos momentos cruciales, bajo el baldaquino de Bernini, que adopta la forma de un palio que simboliza el poder jerárquico de la institución, como simbolizaba la democracia la mesa redonda de los caballeros del Rey Arturo.
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