Attack the Block. Joe Cornish.
Ficha técnica:
Título original: Attack the block.
País: Reino Unido-Francia.
Año: 2011
Duración: 88 minutos.
Dirección: Joe Cornish.
Guión: Joe Cornish.
Casting: Nina Gold.
Dirección de Fotografía: Tom Townend.
Música: Steven Price. Música adicional: Felix Buxton y Simon Rarcliffe.
Montaje: Jonathan Amos.
Productores: Nira Park y James Wilson.
Efectos isuales: Double Negative.
Criaturas: Mike Elizalde.
Productor ejecutivo: Matthew Justice, Tessa Ross, Jenny Borgars, Will Clarke, Olivier Gourson, Edward Wright.
Productor en linea: James Bidle.
Diseño de producción: Marcus Rowland.
Supervisor port producción: Michael Solinger.
Vestuario: Rosa Dias.
Maquillaje y peluquería: Jane Walker.
Studio Canal Features, Film 4 y UK Film/Council, Bigtalk Pictures Production.
Intérpretes:
Jodie Whittaker :Sam,
John Boyega :Moses,
Alex Esmail :Pest,
Franz Drameh: Dennis,
Leeon Jones :Jerome,
Simon Howard :Biggz,
Luke Treadaway :Brewis,
Jumayn Hunter: Hi-Hatz,
Nick Frost :Ron,
Danielle Vitalis: Tia,
Paige Meade: Dimples.
Michael Ajao: Mayhem,
Sammy Williams: Probs.
Sinopsis:
Divertida y aterradora película de aventuras que enfrenta a una banda de adolescentes contra una invasión de salvajes alienígenas, convirtiendo una zona marginal de Londres en un área de peligrosos juegos de ciencia-ficción. De la noche a la mañana un bloque de pisos se convierte en una fortaleza aislada y un grupo de adolescentes de la calle en héroes. La lucha entre el ghetto y el espacio exterior ha comenzado. Unos alienigenas letales, de aspecto simiesco monstruoso, de pelo negro oscuro, fauces fosforescentes, sin ojos han llegado del espacio exterior en una especie de meteoritos y un grupo de chav's, jóvenes agresivos y arrogantes de clase baja, vecinos de barrios pobres de la periferia de las grandes ciudades, que visten chandals de marca, chaqueta hoodie con capucha, gorra de béisbol y pantalones muy anchos, son su objetivo. Éstos no se amedrantan y deciden plantarles cara. Metáfora clara de los disturbios que se producen en Inglaterra, en los que jóvenes sin futuro se enfrentan a las fuerzas policiales en algaradas de consecuencias graves, sin que hagan acto de presencia representantes de las instituciones políticas o sociales.
Comentario.
Los cineastas abordan la primera crisis global de consecuencias inciertas, bien explicando sus causas y desvelando a sus autores, bien proclamando el Apocalipsis desde una perspectva savonaroliana ; Joe Cornish opta por la ironía y la relativización. No nos resistirnos a citar un fragmento de Antonio José Navarro (Dirigido por...diciembre 2011), quien afirma que : "La cultura y el pensamiento contemporáneo viven del saqueo, del préstamo selectivo e inconsulto (...) La posmodernidad insinúa que la obra cultural humana ha concluido y que sólo nos queda entrar a gozar en ese gran supermercado donde todo está disponible y donde la combinatoria abre un número infinito de posibilidades . Por el contrario, Joe Comish ha entendido que el cine fantástico es una tarea creativa inacabada, y que puede ser, y es, el reflejo de ciertas monstruosidades humanas cuyas raíces se hunden en nuestra vida cotidiana". No podemos estar más de acuerdo, como ya saben los lectores que nos siguen, y compartimos la idea de que el cine fantástico tiene siempre un background social, expresado con la libertad que permite el lenguaje de ficción. Cornish rinde homenaje a sus referentes literarios y cinematográficos, y muchas calles y lugares del film se llaman Wyndham Tower (John Wyndham), Huxley Court (Aldous Huxley), Wells Court (H.G.Wells), Clarke Court (Arthur C. Clarke) o Herbert Way (Frank Herbet). Attack the Block profundiza de tal manera en las condiciones socio-económicas de estos barrios marginales que se convierte en una profecía, en el sueño de Casandra que avisa de la tormenta que se avecina y que cuajó en los disturbios del 6 y 10 de agosto de este mismo año en el barrio de Tottenham,un suburbio de Londres, acaecidos tras la muerte, el 4 de agosto, del joven de 24 años Mark Duggan a manos de la policía. El conflicto se extendió y llegó a Brixton, al sur del Támesis, con una extensa comunidad caribeña y africana, lugar donde se ubica la acción de la película de Cornish. El cineasta no excusa a los delincuentes juveniles, que, curiosamente, van a la cárcel después de acabar con los monstruos, pero si explica sus ansias de libertad personal en un mundo que les priva de todo futuro, criados en el seno de familias desestructuradas que viven en colmenas. Son finalmente héroes morales, pero en la práctica unos perdedores. El director tampoco exhibe una actitud cómplice con el establishment. Antonio José Navarro concluye su artículo afirmando que es una película muy divertida e inteligente, la cual señala que hacer cine para jóvenes no es sinónimo de estupidez, de mediocridad. Gore y violencia jalonan una narrativa efectiva sin que en ningún momento decaiga el relato.
La cámara de Joe Cornish dirige una mirada amable a estos jóvenes condenados a la marginalidad por causas socio-económicas. Estudian, realizan trabajos basura ( tele-pizzas) o venden droga, y todos tienen unas madres que les esperan en casa y les exigen con mayor o menor fortuna una hora de regreso a casa; no existe la figura paterna . Son conscientes de su situación a pesar de su corta edad, y Moses mantiene la hipótesis de que los alienígenas son mutantes creados por el gobierno para acelerar el proceso de extinción de las minorias raciales, iniciado por los propios enfrentamientos entre ellos, lo cual tiene su lógica en el propio discurso de ficción. La presencia de una amenza pone del mismo lado a los habitantes del bloque, excepto a quienes ni la mayor tragedia les aparta de su propio ego, como Hi-Hatz (Jumay Hunter); el film destila una actitud anti-oenegera, bienintencionada pero más cercana a la beneficencia y la caridad que a la lucha por la superación de las injusticias. El rechazo a la labor de estas instituciones con vocación no gubernamental y sin aparente caracter político lo formula uno de los jóvenes nav', Pest (Alex Esmail), que cuestiona la labor del novio de Sam (Jodie Whittaker), la enfermera atacada primero y unida al grupo después, que forma parte de los ejércitos que marchan a lugares exóticos y desatienden a los necesitados de los desamparados de su propio país.
Son jóvenes marginados, a los que la sociedad liberal les proporciona ropa de marca y les permite crear su propio look de tribu urbana,pero les niega las posibilidades de salir del ghetto y acceder a un trabajo digno. Como consecuencia ellos están dispuestos a defender, incluso con su vida, su territorio y eliminar a los intrusos con sus propias armas. Cornish hace una bonita metáfora del inconformismo de los barrios periféricos de Londres, con unos jóvenes actores creíbles en su arrogancia y una puesta en escena verosímil, consiguiendo que los 88 minutos que dura el film sepan a muy poco. Cualquiera que sea la edad del espectador, éste se verá recompensado con una de las mejores películas de los últimos tiempos.
Hay un personaje muy entrañable, Brewis (Luke Treadaway), el joven camello, obligado a prostituirse por una madre deprimida mental y económicamente, un estudiante clandestino que descubre la razón por la que los alienígenas invaden el bloque (barrio), tras las feromonas de una hembra que ha caido accidentalmente del espacio que atrae a los machos con su olor, a los que finalmente destruyen armas infantiles de plástico, cargadas de gasolina, y proyectiles adolescentes. fuegos artificiales muy potentes, de los que disponen en cantidad los jóvenes en un día de fiesta gracias a la tolerancia interesada e indiferencia de los adultos. La policía, como suele ocurrir en estos suburbios, en los que apenas se adentran, excepto cuando se producen altercados graves, no se entera nunca de lo que ha sucedido en ellos, gobernados de facto por las pandillas juveniles.
Magnífica.
Comentario.
Los cineastas abordan la primera crisis global de consecuencias inciertas, bien explicando sus causas y desvelando a sus autores, bien proclamando el Apocalipsis desde una perspectva savonaroliana ; Joe Cornish opta por la ironía y la relativización. No nos resistirnos a citar un fragmento de Antonio José Navarro (Dirigido por...diciembre 2011), quien afirma que : "La cultura y el pensamiento contemporáneo viven del saqueo, del préstamo selectivo e inconsulto (...) La posmodernidad insinúa que la obra cultural humana ha concluido y que sólo nos queda entrar a gozar en ese gran supermercado donde todo está disponible y donde la combinatoria abre un número infinito de posibilidades . Por el contrario, Joe Comish ha entendido que el cine fantástico es una tarea creativa inacabada, y que puede ser, y es, el reflejo de ciertas monstruosidades humanas cuyas raíces se hunden en nuestra vida cotidiana". No podemos estar más de acuerdo, como ya saben los lectores que nos siguen, y compartimos la idea de que el cine fantástico tiene siempre un background social, expresado con la libertad que permite el lenguaje de ficción. Cornish rinde homenaje a sus referentes literarios y cinematográficos, y muchas calles y lugares del film se llaman Wyndham Tower (John Wyndham), Huxley Court (Aldous Huxley), Wells Court (H.G.Wells), Clarke Court (Arthur C. Clarke) o Herbert Way (Frank Herbet). Attack the Block profundiza de tal manera en las condiciones socio-económicas de estos barrios marginales que se convierte en una profecía, en el sueño de Casandra que avisa de la tormenta que se avecina y que cuajó en los disturbios del 6 y 10 de agosto de este mismo año en el barrio de Tottenham,un suburbio de Londres, acaecidos tras la muerte, el 4 de agosto, del joven de 24 años Mark Duggan a manos de la policía. El conflicto se extendió y llegó a Brixton, al sur del Támesis, con una extensa comunidad caribeña y africana, lugar donde se ubica la acción de la película de Cornish. El cineasta no excusa a los delincuentes juveniles, que, curiosamente, van a la cárcel después de acabar con los monstruos, pero si explica sus ansias de libertad personal en un mundo que les priva de todo futuro, criados en el seno de familias desestructuradas que viven en colmenas. Son finalmente héroes morales, pero en la práctica unos perdedores. El director tampoco exhibe una actitud cómplice con el establishment. Antonio José Navarro concluye su artículo afirmando que es una película muy divertida e inteligente, la cual señala que hacer cine para jóvenes no es sinónimo de estupidez, de mediocridad. Gore y violencia jalonan una narrativa efectiva sin que en ningún momento decaiga el relato.
La cámara de Joe Cornish dirige una mirada amable a estos jóvenes condenados a la marginalidad por causas socio-económicas. Estudian, realizan trabajos basura ( tele-pizzas) o venden droga, y todos tienen unas madres que les esperan en casa y les exigen con mayor o menor fortuna una hora de regreso a casa; no existe la figura paterna . Son conscientes de su situación a pesar de su corta edad, y Moses mantiene la hipótesis de que los alienígenas son mutantes creados por el gobierno para acelerar el proceso de extinción de las minorias raciales, iniciado por los propios enfrentamientos entre ellos, lo cual tiene su lógica en el propio discurso de ficción. La presencia de una amenza pone del mismo lado a los habitantes del bloque, excepto a quienes ni la mayor tragedia les aparta de su propio ego, como Hi-Hatz (Jumay Hunter); el film destila una actitud anti-oenegera, bienintencionada pero más cercana a la beneficencia y la caridad que a la lucha por la superación de las injusticias. El rechazo a la labor de estas instituciones con vocación no gubernamental y sin aparente caracter político lo formula uno de los jóvenes nav', Pest (Alex Esmail), que cuestiona la labor del novio de Sam (Jodie Whittaker), la enfermera atacada primero y unida al grupo después, que forma parte de los ejércitos que marchan a lugares exóticos y desatienden a los necesitados de los desamparados de su propio país.
Son jóvenes marginados, a los que la sociedad liberal les proporciona ropa de marca y les permite crear su propio look de tribu urbana,pero les niega las posibilidades de salir del ghetto y acceder a un trabajo digno. Como consecuencia ellos están dispuestos a defender, incluso con su vida, su territorio y eliminar a los intrusos con sus propias armas. Cornish hace una bonita metáfora del inconformismo de los barrios periféricos de Londres, con unos jóvenes actores creíbles en su arrogancia y una puesta en escena verosímil, consiguiendo que los 88 minutos que dura el film sepan a muy poco. Cualquiera que sea la edad del espectador, éste se verá recompensado con una de las mejores películas de los últimos tiempos.
Hay un personaje muy entrañable, Brewis (Luke Treadaway), el joven camello, obligado a prostituirse por una madre deprimida mental y económicamente, un estudiante clandestino que descubre la razón por la que los alienígenas invaden el bloque (barrio), tras las feromonas de una hembra que ha caido accidentalmente del espacio que atrae a los machos con su olor, a los que finalmente destruyen armas infantiles de plástico, cargadas de gasolina, y proyectiles adolescentes. fuegos artificiales muy potentes, de los que disponen en cantidad los jóvenes en un día de fiesta gracias a la tolerancia interesada e indiferencia de los adultos. La policía, como suele ocurrir en estos suburbios, en los que apenas se adentran, excepto cuando se producen altercados graves, no se entera nunca de lo que ha sucedido en ellos, gobernados de facto por las pandillas juveniles.
Magnífica.
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