El exorcista. William Friedkin. Ficha de identificación y comentario.
Ficha de identificación:
Título original: The exorcist
País: EE.UU
Año: 1973
Duración: 122 minutos
Dirección: William Friedkin.
Guion: William Peter Blatty.
Casting: Nessa Nyams.
Música: Varios. Clásica: Krzystof Penderecki, Hans Werner, Henze, George Crumb, Antón Webern; actual: Beginnings, Mike Oldfield...
Score musical: Jack Nietzsche
Director de Fotografía: Billy Williams
Sonido: Jean-Louis Ducarme
Editor: Bud Smith
Decorador del set: Jerry Wunderlich
Efectos especiales: Marcel Vercoutere
Maquillaje: Dick Smith y Rick Baker
Productores asociados: David Salven
Diseño de producción: Bill Malley
Warner Bross Pictures.
Intérpretes:
Hellen Burstyn: Chris MacNeil.
Max Von Sydow: padre Merrin.
Lee S.Cobe: Lt. Kinderman.
Kitty: Winn Saharon.
Jack MacGowran: Burke Dennings.
Jason Miller: Padre Karras.
Regan: Linda Blair.
SINOPSIS.
La película de Friedkin es una adaptación de la novela de William Peter Blatty, inspirada en un exorcismo real ocurrido en Washington en 1949. Regan es una niña de doce años víctima de fenómenos paranormales como la levitación o la manifestación de una fuerza sobrehumana. Su madre, aterrorizada, tras someter a su hija a múltiples análisis médicos que no ofrecen ningún resultado, acude a un sacerdote, el padre Karras, (Jason Miller), con estudios de psiquiatría. Éste está convencido de que el mal no es físico sino espiritual, es decir, que la niña es víctima de una posesión diabólica. Por eso, con la ayuda de otro sacerdote, el padre Merrin ( Max Von Sidow), decide practicar un exorcismo. Seguramente la película de terror más popular de todos los tiempos. En el año 2000 se reestrenó un "montaje del director" (director's cut) acompañado de una gran campaña publicitaria que hacía hincapié en la inclusión de algunas escenas que no aparecían en la versión original, como el descenso arácnido de Regan por las escaleras..
COMENTARIO:
Escribir sobre la que quizás sea la película más emblemática del cine de terror da un poco de pudor, ya que son muchos los que se han acercado al filme desde todas las perspectivas: guion, maquillaje, efectos de sonido, actores..., una conjunción de factores que la siguen haciendo atractiva a los jóvenes adolescentes de hoy día, especialmente adictos y conocedores del género.
El guión de William Peter Blatty se basa en un hecho real, acaecido en 1949 y trasladado al Washington Post por Bill Brinkley, en un artículo que relataba el exorcismo practicado a un niño de 14 años de Mount Rainier, una pequeña localidad del estado de Maryland, que había pasado por varios hospitales a causa de sus ataques nerviosos y extrañas manifestaciones telequinésicas, en dos de los cuales, gestionados por jesuitas se aconsejó el exorcismo, lo que supuso un auténtico trauma para una familia que carecía de fe. El artículo conmovió a muchos jóvenes entre los que se encontraba Blatty, a la sazón estudiante de Georgetown, que había pasado por más de veinte escuelas, viajando con su madre sin rumbo fijo, una mujer muy religiosa abandonada por su marido, hecho que le originó un fijación especial en estos temas, en un momento trascendental en que se estaba forjando su personalidad. Consciente de esta realidad él mismo afirmaba que aunque Dios se apareciera en el Empire State Building los creyentes seguirían siendo creyentes y los ateos y agnósticos seguirían siendo ateos y agnósticos; las ideas que se introducen en el imaginario de los jóvenes son muy difíciles de erradicar. Los derechos de la película se vendieron a Paul Monash (productor de Dos hombres y un destino), que los vendió a la Warner; posteriormente fue despedido por sus manipulaciones constantes del guión, pero ya había obtenido un gran beneficio económico gracias a un contrato leonino con un joven novel.
La película toma como referente al propio cine. La madre de Regan (Linda Blair), Chris MacNeil (HellenBurstyn) es una actriz que participa en el rodaje de una película, localizada no por azar en la Universidad de Georgetown, dirigida por Burke Dennings (Jack McGowran), un anti-nazi que arremete contra el criado alemán, Karl, de la mujer y que será la primera víctima de Regan, hecho de grandes connotaciones, ya que la niña está en proceso de asimilación de la separación de sus padres. El policía que investiga su muerte es aficionado al cine, compartiendo esta afición con los padres jesuitas de la comunidad; la primera vez que vemos al padre Karras es merodeando en los alrededores del rodaje de exteriores, en la Universidad.
El padre Karras (Jason Miller) está pasando por el trance de una crisis de fe y un sentimiento de culpa por el abandono de su anciana madre, que morirá sola en su piso. El padre Merrin (Max Von Sydow), un sacerdote-arqueólogo descubre en una de sus excavaciones en Nirmud y Nineveh, en el norte de Irak, una estatuilla demoniaca, que no se sabe de qué forma va a parar desde este país, cuna del mal para George Bush, hasta la habitación de Regan, como tampoco se explicita nunca quien pone la cruz con la que se lesiona la niña bajo la almohada.
Poco a poco van entrando en acción todos los elementos del género: padres separados y establecimiento de una familia monoparental constituida por la madre y su hija; recelo de la niña ante los posibles amantes de la progenitora y breves charlas por teléfono con el padre; sacerdotes cultos, con sentimiento de culpa y crisis de fe, que no comparten la creencia en los exorcismos, aunque acabarán practicándolos, y una tabla güija, que nadie sabe de dónde ha salido.. El propio director, William Friedkin, cuenta que recibió una carta con la interpretación de un espectador, que le pareció convincente, como si hubiera penetrado en su propia psique, según la cual el filme mostraba una relación reprimida entre el padre Karras y el padre Merrin, cuyo odio a las mujeres está simbolizado por algunas imágenes explícitas de Regan.
El éxito del film se debe en gran parte a los efectos de sonido, la música, especialmente el tema de Mike Oldfield, Tubular Bells, y el maquillaje. La caracterización del personaje de Regan, sus vómitos y giros de cabeza de 360 grados, su voz endemoniada, etc., explican el éxito permanente del film. Dick Smith y Rick Baker, coordinados por Marcel Vercoutere fueron los creadores visuales del personaje. Fredkin trabajó el sonido de la película con Chris Newman y Ken Nordline, seleccionando a la actriz Mercedes McCambridg, cuya voz ronca, producto de una bronquitis crónica, resultaba espeluznante, y a Gonzalo Gavira, colaborador de Jodorowsky, que conseguía efectos sorprendentes con golpes y sonido que generaba con su propio cuerpo o con los objetos que tenía a mano.
Con estos mimbres se tejió la película de culto más emblemática del cine de terror, que mezclaba el ateismo con la religión, la disolución del matrimonio sagrado para la iglesia y el abandono a su suerte de una madre anciana, por un sacerdote que había perdido la fe. Se**, posesión infernal y efectos especiales demoniacos hicieron el resto, sumándose con posterioridad la leyenda urbana de las muertes que se habían producido durante el rodaje, los desmayos e infartos en las proyecciones, e incluso el incendio de un edificio en Roma el día que se estrenaba el film. Lo que parece cierto es que durante los estrenos se colocaban ambulancias delante de las puertas de los cines, con el objetivo de hacer publicidad a las empresas del ramo. La actitud de la iglesia fue dispar, ya que mientras algunos la consideraban muy positiva para el estímulo del a fe, (Regan y su madre se salvan gracias a los sacerdotes, donde la ciencia había fracasado) ,otros la veían sacrílega y desmesurada.
El éxito fue tan rotundo que el estreno del montaje del director en el año 2000 produjo unas ganancias de casi cuarenta millones de dólas ( 26 millones de euros), un buen termómetro del vigor que sigue manteniendo un film realizado por un director muy joven, basado en un guionista novel.
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