Cristopher Nolan. Inception, DVD

En Inception , Origen en castellano, Cristopeher Nolan aborda, con mayor o menor fortuna, según el que juzga, algo que era necesario llevar al cine: la manipulación de las mentes y la creación de imaginarios, colectivos o no, desde el poder a través de especialistas: arquitectos de sueños, falsificadores y si es necesario la química (¿medios de comunicación ? ¿filósofos? ¿psiquiatras?...). Como hace Martin Scorsese en Sutter Island, el protagonista está bajo los efectos de un trauma, en el doble sentido de la palabra: el griego, herida, y el alemán, sueños. Este film ya ha sido comentado en el blog, pero ahora con la difusión del DVD, se nos permite un análisis de diálogos y situaciones y un análisis más certero.

Cobb (Leonardo DiCaprio), adiestrado por su padre, profesor universitario (no se especifica la materia que imparte) es el jefe de un grupo de 'extractores', que navegan por las mentes de los hombres y les extraen las ideas. Tiene un axioma inquietante: el parásito más resistente no es una bacteria, un virus o una lombriz intestinal, es una idea, muy sólida y contagiosa. Una vez que una idea se ha apoderado del cerebro es casi imposible erradicarla; una idea totalmente formada y entendida se queda ahí aferrada. En la fase onírica las defensas del inconsciente bajan y los pensamientos son vulnerables al robo, que llama 'extracción'.

Un prohombre de los negocios le encarga algo mucho más comprometido: en vez de robar ideas, debe implantarlas, poner en marcha el programa Origen, basado en que utilizamos una pequeña porción de nuestro potencial, pero sólo cuando estamos despiertos; cuando soñamos la mente es capaz de cualquier cosa. El elemento básico para crear, la 'inspiración' juega un papel importante cuando soñamos.

Es absolutamente perturbador caer en la cuenta, de la mano de Nolan, de que creamos y percibimos simultáneamente, y nuestra mente lo hace tan bien que ni sabe que estamos trabajando. Nuestras palabras fluyen espontáneamente sin que las hayamos programado, incluso en las conversaciones más complejas. El proyecto consiste en colocar al sujeto en ese 'sueño' y llenarlo con su subconsciente; el sueño nos parece real mientras estamos 'dormidos' y sólo al 'despertar' observamos que algo no encaja, aunque nunca recordamos cómo empezó. Los ejércitos idearon planes de 'sueños compartidos' y Hitler entendió muy bien el valor de las ideas implantadas en las mentes más desprevenidas, las juventudes hitlerianas, dando origen a uno de los conflictos humanos más sangrantes que desembocó en el holocausto.

El espacio físico no es visual, sino que tiene que ver son las 'sensaciones' (escalera de Penrose: la paradoja). Los extractores deben proveerse de un pequeño totem, para saber en todo momento, perdida la noción de la 'realidad', que no están en el sueño de otro. Para llevar a cabo 'Origen' se precisa imaginación y la versión más simple de una idea, para que se desarrolle de forma natural en la mente del sujeto; la semilla que se siembra en la mente de un hombre dará como fruto una idea, que lo definirá y podrá cambiarlo para siempre, pues el inconsciente está motivado por la emoción, no por la razón. Esta es la base de la propaganda nazi.

Todo está programado, incluso el tiempo necesario y la temporización para introducir las ideas; despiertas si sientes un vértigo en el vientre, esa sensación que queda incrustada en el feto, cuando al salir del vientre materno que lo acoge siente que se cae en el vacío. El programa precisa de un 'arquitecto de sueños' que cree el marco en el que se va a implantar la idea; un 'falsificador' que deforme nuestras percepciones, un experto en introducirse en las mentes y por si fuera poco un químico que ayude con productos químicos a la enajenación del consciente.
El mérito de Nolan es crear una historia a partir de este proceso de manipulación, en la que al final el espectador, confundido, no sabe si Cobb está en el mundo 'real' o en un sueño, mientras su totem, una pequeña peonza, no para de girar; un indicio parece confirmar que ha despertado: por primera vez ve a la cara de sus hijos; pero si antes no lo había hecho era porque se había negado a mirarlos. Como hemos dicho al principio, una vez implantada una idea, es muy difícil erradicarla y distinguir con claridad qué es verdad o qué es mentira, como decía el poeta.
Para fabricar estos sueños el director ha utilizado todos los medios que la técnica pone a su disposición, recreando constantemente los laberintos de Escher; la instalación de enormes espejos en la calle por la joven arquitecta mostrará las facetas múltiples del ser humano ¿Cuál de todos ellos es el verdadero ?

Ningún elemento racional, ningún recuerdo, puede infiltrarse en el proyecto; Cobb había explorado las posibilidades de Origen con su propia esposa, con consecuencias fatales, y este 'trauma' le hacía vulnerable a las intrusiones en su mente de los demás. Como el protagonista de 'Sutter Island' sólo podrá liberarse si la elimina de su memoria.

Fijémonos, a mdo de ejemplo, en cómo se crea la idea primaria de la 'sinceridad', 'la honestidad', la relación materno-filial, de una 'princesa del pueblo', cuyos mensajes son muy simples y llegan pronto a las mentes desprevenidas; creado el mito en el imaginario colectivo, del que se ha eliminado todo matiz racional, será muy dificil erradicarlo. Los arquitectos, falsificadores, manipuladores...crean asociaciones, mediante el uso de imágenes, músicas, vestuario...con una auténtica princesa, pero en este caso salida del propio pueblo, de sus decepciones, con sus ademanes y expresión... Muy peligrosos.

En cuanto al título original y el traducido al español hay que preguntarse el sentido de cada uno de ellos: Inceptión alude a la implantación de las ideas, y Origen a las consecuencias de dicha operación: el nacimiento de un hombre nuevo, manipulado, quizás, de forma irreversible.