Neil Labute. Wicker Man.
Imagen propiedad de Juanma Pastor, Tanja Fushberger y Rosa Labrandero
Como decía Claude Chabrol el cine es una ventana abierta al mundo, y desde su atalaya puedes observar como el hombre contempla la economía, la religión, la existencia de Dios, el desamor, la muerte...; pero esta proyección se hace a través del filtro del que mira, por lo que no podemos olvidar su ideología y sensibilidad.
Wicker man supone un contraataque a las teorías feministas muy bien elaborado por alguien que conoce el discurso, y que se ha preocupado de entenderlo, aunque sea para contraatacar. Ya es un paso. En otras ocasiones hemos denunciado la falsa publicidad que se hace de los filmes, y este es un caso ostentoso, en el que se trata de atraer al público con engaños y luego soltarle el panfleto. La sinopsis del DVD de El País reza así: El agente de policía Edward Malus ( atención al nombre del señor ) recibe una carta desesperada de una antigua novia en la que le pide ayuda para encontrar a su hija desaparecida. Edward viajará hasta una pequeña isla en el Pacífico norte llamada Summersisle para localizar a la pequeña. Allí se verá inmerso en una tela de araña de ritos primitivos y mortales tradiciones, y cada paso que da hacia la niña desaparecida le acercará más hacia lo inexplicable y sobrenatural".
No me puede decepcionar más ya el diario El País, que este verano ha dado muestras de lo que supone irse todo el equipo de vacaciones y dejar al frente de la empresa a unos becarios, que ellos sabrán como seleccionan, que han metido la pata hasta el fondo, y que han obligado a la defensora del lector a pedir disculpas a los que aún han tenido el valor de perder su tiempo y su dinero en leer la publicación.
El film no tiene nada de sobrenatural y es una chanza de los movimientos feministas llevando al absurdo planteamientos teóricos, con el fin de ridiculizarlos. Efectivamente Malus ( lo vamos a llamar así para que no haya dudas respecto a la intención de todos ) es un policía desempoderado (wiker=más débil; otros le llaman el hombre de mimbre) porque ha presenciado un trágico accidente en el que mueren una mujer y su hija. Cuando aún está en proceso de recuperación recibe una carta de una ex-novia que le llama a la isla de Summersisle, trampa de la que no se puede salir si no es en un hidroavión que transporta los suministros necesarios para el abastecimiento de la isla, y allí se encuentra con una secta de mujeres, que huyendo de la sociedad patriarcal y la caza de brujas, habían formado una sociedad primitiva, matriarcal y con ritos relacionados con la Madre Tierra, como la Fiesta de la Cosecha de la fertilidad, cuyo ritual es secreto. Su investigación, como luego se verá, inducida le lleva a la conclusión de que estas horrendas y demoniacas mujeres, que viven de una agricultura ecológica, son abortistas, y sólo conservan unos pocos niños de los que van naciendo, para asegurarse la reproducción, son algo más que sus enemigas; también descubre que la niña desaparecida es su propia hija, a la que tuvo con su ex-amante, y que su destino es ser sacrificada a la diosa, muriendo quemada en la hoguera. La lectura es lineal y explícita y no precisa muchas interpretaciones.
Las niñas son enseñadas a odiar al hombre, símbolo fálico y Quijote que realiza acciones sin fines prácticos. Todas ellas guardan un silencio sectario, que recuerda a los niños de El pueblo de los malditos y forman una masa indiferenciada e impenetrable. El día del sacrificio se confunde con las mujeres, disfrazado de oso, y realiza el peor de sus descubrimientos: la víctima es él, y el lugar de la inmolación es un enorme muñeco de mimbre, sin falo, hueco por donde lo van a introducir para cometer su ginocidio. La llama la enciende su propia y monstruosa hija y mientras el hombre se quema las mujeres y niñas gritan a coro: "Muerte al zángano".
Muerto el agente, dos mujeres, entre ellas su ex-amante, acuden de nuevo a la ciudad en busca de hombres fáciles, especialmente polícias. Cualquiera que haya estudiado un poco las religiones de la antigüedad sabe que estos ritos eran usuales, y muchos de ellos secretos, y sólo podían asistir las mujeres, como la fiesta de la Bona Dea en Roma, sociedad nada matriarcal. Acusar a las mujeres que defienden la igualdad de abortistas criminales, sectarias, locas y retorcidas es muy maniqueo. No obstante aconsejamos que se vea, y se observe qué tiene de sobrenatural ; la metáfora de las abejas, poderoso y eficaz ejército destructor de amazonas contra el sexo masculino, además de poco original, no resulta efectiva en el film.
Wicker man supone un contraataque a las teorías feministas muy bien elaborado por alguien que conoce el discurso, y que se ha preocupado de entenderlo, aunque sea para contraatacar. Ya es un paso. En otras ocasiones hemos denunciado la falsa publicidad que se hace de los filmes, y este es un caso ostentoso, en el que se trata de atraer al público con engaños y luego soltarle el panfleto. La sinopsis del DVD de El País reza así: El agente de policía Edward Malus ( atención al nombre del señor ) recibe una carta desesperada de una antigua novia en la que le pide ayuda para encontrar a su hija desaparecida. Edward viajará hasta una pequeña isla en el Pacífico norte llamada Summersisle para localizar a la pequeña. Allí se verá inmerso en una tela de araña de ritos primitivos y mortales tradiciones, y cada paso que da hacia la niña desaparecida le acercará más hacia lo inexplicable y sobrenatural".
No me puede decepcionar más ya el diario El País, que este verano ha dado muestras de lo que supone irse todo el equipo de vacaciones y dejar al frente de la empresa a unos becarios, que ellos sabrán como seleccionan, que han metido la pata hasta el fondo, y que han obligado a la defensora del lector a pedir disculpas a los que aún han tenido el valor de perder su tiempo y su dinero en leer la publicación.
El film no tiene nada de sobrenatural y es una chanza de los movimientos feministas llevando al absurdo planteamientos teóricos, con el fin de ridiculizarlos. Efectivamente Malus ( lo vamos a llamar así para que no haya dudas respecto a la intención de todos ) es un policía desempoderado (wiker=más débil; otros le llaman el hombre de mimbre) porque ha presenciado un trágico accidente en el que mueren una mujer y su hija. Cuando aún está en proceso de recuperación recibe una carta de una ex-novia que le llama a la isla de Summersisle, trampa de la que no se puede salir si no es en un hidroavión que transporta los suministros necesarios para el abastecimiento de la isla, y allí se encuentra con una secta de mujeres, que huyendo de la sociedad patriarcal y la caza de brujas, habían formado una sociedad primitiva, matriarcal y con ritos relacionados con la Madre Tierra, como la Fiesta de la Cosecha de la fertilidad, cuyo ritual es secreto. Su investigación, como luego se verá, inducida le lleva a la conclusión de que estas horrendas y demoniacas mujeres, que viven de una agricultura ecológica, son abortistas, y sólo conservan unos pocos niños de los que van naciendo, para asegurarse la reproducción, son algo más que sus enemigas; también descubre que la niña desaparecida es su propia hija, a la que tuvo con su ex-amante, y que su destino es ser sacrificada a la diosa, muriendo quemada en la hoguera. La lectura es lineal y explícita y no precisa muchas interpretaciones.
Las niñas son enseñadas a odiar al hombre, símbolo fálico y Quijote que realiza acciones sin fines prácticos. Todas ellas guardan un silencio sectario, que recuerda a los niños de El pueblo de los malditos y forman una masa indiferenciada e impenetrable. El día del sacrificio se confunde con las mujeres, disfrazado de oso, y realiza el peor de sus descubrimientos: la víctima es él, y el lugar de la inmolación es un enorme muñeco de mimbre, sin falo, hueco por donde lo van a introducir para cometer su ginocidio. La llama la enciende su propia y monstruosa hija y mientras el hombre se quema las mujeres y niñas gritan a coro: "Muerte al zángano".
Muerto el agente, dos mujeres, entre ellas su ex-amante, acuden de nuevo a la ciudad en busca de hombres fáciles, especialmente polícias. Cualquiera que haya estudiado un poco las religiones de la antigüedad sabe que estos ritos eran usuales, y muchos de ellos secretos, y sólo podían asistir las mujeres, como la fiesta de la Bona Dea en Roma, sociedad nada matriarcal. Acusar a las mujeres que defienden la igualdad de abortistas criminales, sectarias, locas y retorcidas es muy maniqueo. No obstante aconsejamos que se vea, y se observe qué tiene de sobrenatural ; la metáfora de las abejas, poderoso y eficaz ejército destructor de amazonas contra el sexo masculino, además de poco original, no resulta efectiva en el film.
Esta película, obra de un misántropo, integrante de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, de la que también fue expulsado, recibió muy duras críticas. El film, protagonizado por Nicolás Cage (casi su único interés) es una réplica un poco chusca, hecha por un hombre, de teorías feministas radicales. Sociedades androcéntricas han puesto al frente de asuntos secretos o discretos a mujeres, imponiéndoles la virginidad, como las Vestales romanas, lo que ha dado pie a todo tipo de fábulas masculinas. Creíamos que ésto pertenecía al pasado. ¿Es esto materia para un film de terror o un thriller?
Comentarios
Publicar un comentario
¡Deja tu comentario aquí!